Review del libro: “Minimalismo. Vivir mejor con menos.”
Acabo de terminar un nuevo libro y esta vez no ha sido un libro técnico. “Minimalismo. Vivir mejor con menos y lograr calma mental” es una pequeña guía introductoria al minimalismo, una corriente filosófica, un estilo de vida…que cada uno lo llame como quiera, cuyo leitmotiv es la reducción de todo hasta su mínima expresión…eliminar lo trivial de nuestra vida, tanto en lo material como en lo inmaterial, para centrarnos en lo que realmente nos aporta valor.
Está escrito por Víctor de la Fuente y podéis encontrar más información del libro en su página web. En realidad, la primera vez que conocí este libro fue de la mano de Marc Morera, en un artículo en el que habla de Symfony. Como digo, desde este artículo, busqué sobre este libro en cuestión y lo compré.
Una vez terminado, he de decir que me ha gustado mucho. Ha sido como descubrir la parte teórica de cosas a las que le llevo dando vueltas mucho tiempo. Simplificar todo al máximo posible en mi vida personal y laboral para poder tener más tiempo y energías para centrarme en lo verdaderamente importante. Esta forma de pensar, o forma de vida, la comencé a desarrollar hace unos años con el conocido método GTD, este método me llevo a leer sobre Lean. De Lean he pasado al minimalismo con este libro…y viendo el devenir de los acontecimientos a este paso termino dentro de un par de años viviendo en una cueva.
Notas del libro
Os voy a dejar a continuación algunas notas que me han resultado interesantes o reveladoras a medida que iba leyendo el libro.
- Uno de los principales problemas que tenemos es la distracción. Cuando los objetos que nos rodean no tienen ningún significado para nosotros, se convierten en distracción
- El primer obstáculo a combatir de esta distraída vida es la inercia.
- Ignoramos dónde radica el verdadero significado y felicidad.
- El minimalismo se asocia al esencialismo. Eliminar lo trivial para centrarnos en lo que realmente aporta valor. Esencial no significa simple pero si suficiente.
- Cuando menos tienes que perder, es más fácil abrazar la incertidumbre.
- Menos es más y más efectivo.
- Seguir nuestros principios no desgas ni energía ni esfuerzo. En cambio, seguir normas y reglas, si.
- El primer objetivo del minimalismo es reducir y ordenar nuestras posesiones. El segundo, prestar atención a comportamientos que contribuyen a que terminemos rodeados y acaparando objetos que no solo no aportan valor sino que nos distraen.
Máximas del minimalismo.
- Eliminando el “y por si…”
Pasa mucho con el vestuario. Tenemos un montón de ropa y zapatos de ‘respuesto’. Para sustituir al ‘oficial’, al que nos gusta. Buscamos justificaciones para conservarlos aunque no los usemos nunca o la probabilidad de usarlos sea muy baja. Estas justificaciones tranquilizan la conciencia a cambio de guardar un objeto más que probablemente no usaremos. Y es que, la redundancia, como sistema, ofrece seguridad.
- Reducción
Reducir es una forma efectiva de mantener nuestras posesiones sin que pierdan el valor sentimental que pudieran tener pero disminuyendo su volumen. Por ejemplos, conservar solo las hojas de un artículo que nos interesa en vez de la revista entera. Conservar la versión digital de libros y música en vez de la versión material. El tamaño de los objetos es un perfecto disfraz y esto mismo ocurre con muchos objetos intangibles como las fotografías digitales, de las que solemos hacer mil fotografías de una misma cosa. Reduzcamos, quedémonos con un símbolo.
- Digitalización
Bibliotecas de libros, post-its, hojas sueltas, blocs de notas…todo esto es susceptible de ser digitalizado y que dejen de ser objetos que ocupen sitio en nuestra vida.
- Regla 10/10: 10 minutos y 10 euros
Un método sencillo para decidir si descartamos algo es aplicar la regla “lo puedo conseguir en menos de 10 minutos y cuesta menos de 10 euros”. Estas cifras son variables para cada uno pero el fondo de la cuestión es: ¿para qué conservar objetos cuya adquisión es rápida y barata? Lo importante es mantener la relación entre precio y accesibilidad.
- Despierta la chispa
A la hora de comprar preguntémonos ¿me enamora?, ¿despierta mi chispa? Esto que puede parecer un poco cursi tiene que ver con que adquiramos aquello que realmente nos guste, nos llame la atención. Y de igual forma, deshacernos de todas aquellas posesiones que no nos enamoren realmente.
- Entra uno, sale uno
Esta máxima nos previene de acumular posesiones nuevas de forma. Para adquirir un objeto antes debemos descartar otro similar que tengamos. Imagina que compras unos pantalones, pues antes debes deshacerte de otros de tu armario. Aunque realmente esta fórmula es aplicable de igual forma a pensamientos o proyectos y en la vida personal o laboral.
- Evitar compras que lleven a otras compras
Hay compras que nos llevan a otros gastos de forma encadenada. Por ejemplo, adquirimos una camiseta a la que además compramos unos pantalones a juego o zapatillas. O compramos un móvil (que realmente no necesitamos) y lo acompañamos de la funda, otra batería o cargador, tarjeta de memoria..etc.
- Si no lo usamos en 90 días, fuera
También es una regla clara y fácilmente entendible. Si hay algo que tienes y no lo usas en 90 días (cada uno puede poner el número de días que estime oportuno), es poco probable que lo vayas a utilizar. Confundimos lo casual con lo necesario. Reflexionar sobre la última fecha de uso de un objeto nos puede dar el valor real de dicho objeto.
- Gratis no significa necesario
Muestras gratuitas de todo tipo, freebies,…etc., solo por el mero hecho de ser gratuito no les da un valor extra. Valoremos si realmente los necesitamos y en caso contrario, descartarlos y no cogerlos.
- Esperar 10 minutos
La fuerza de voluntad es un recurso limitado. Debemos controlar la impulsividad ya que altera nuestra capacidad cognitiva y nos afecta de forma negativa a decisiones importantes.
Lo que no es minimalismo
- Minimizar no es organizar
Gracias al minimalismo nos organizaremos mejor y gracias a una mejor organización seremos más conscientes de nuestras posesiones. Pero el minimalismo busca mantenernos en el mínimo necesario no mantener organizado mucho de aquello que no nos aporte.
- Marcas, status y ‘yo’
El minimalismo no va en contra ni a favor de las marcas. Es un movimiento neutro a favor de tener menos.
Este apartado del libro me pareció buenísimo. Recomiendo leerlo y releerlo varias veces. Tiene frases para enmarcar como hablando sobre lo innecesario de un artículo “en la medida en que invitamos más dinero o tiempo, más enfatizamos su injustificada necesidad y el porqué de su existencia” o “lo que un producto y su marca dice de nosotros solo es importante en la medida que otros se den cuenta de que utilizamos dicho producto y conozcan lo que representa”.
- No es gastar menos
El minimalismo aborda la visión de vivir mejor con menos. Menos objetos significa menos mantenimiento. No aboga por el gasto cero.
- No es una secta
:D ...eso espero. En serio, el minimalismo es una apuesta totalmente personal.
¿Qué hacer con los objetos que queremos quitar de nuestra vida?
Hay cuatro soluciones para dar salida a lo material.
- Donar: A una ONG por ejemplo. Es la opción más altruista y que más nos puede satisfacer.
- Vender: Es la opción más provechosa. Puede implicar más tiempo deshacerse de los objetos.
- Regalar: Lo que para nosotros ya no es necesario para otros sí puede serlo.
- Tirar: La opción más rápida pero a la vez la que más elevada carga emocional tiene.
La primera parte del libro llega hasta aquí más o menos. Enfocándose en la parte material del minimalismo. En deshacernos de todas esos objetos que realmente sobran en nuestra vida y dándonos pautas para no adquirir otros no necesarios.
La segunda parte del libro habla sobre como mantener la mente en calma. Como manteniendo el orden exterior nos puede ayudar de igual manera a mantener un orden interior y un orden mental. Nos anima a vivir el presente. A dejar de un lado, o mejor dicho, a valorar de forma objetiva preocupaciones que podamos tener. Nos habla de la importancia de mantener el foco, atención y concentración sobre lo verdaderamente importante de nuestra vida.
Nos habla de las decisiones que tomamos en nuestra vida. De las importantes pero sobre todo de las triviales, de las decenas de decisiones que tomamos en el día a día y que poco a poco nos van cansando y nos dejarán sin fuerzas para cuando tengamos que decidir sobre las importantes. Sobre las decisiones también nos dice sobre cuándo decidir rápido o lento. Cuando dejarse llevar por la intuición o cuando buscar la opción más buena.
Una vez tomadas las decisiones nos habla de cuando llevarlas a cabo. De como separar las inmediatas de las que debemos planificar más. O incluso de como negarnos y decir No. Decir no libera. Decir si a lo que de verdad queremos nos hace más felices. Nos anima a ‘vaciar’ nuestra mente y memoria de tareas que podamos delegar en otros objetos como agendas o teléfonos móviles. Este vaciado nos ayudará a enfocarnos y a recordar lo verdaderamente importante.
Puesta en práctica del minimalismo. Mi ejemplo personal.
- En lo material
Para que veáis que voy en serio, que me siento alineado con esta forma de pensar y de estar en el mundo, ya he realizado la primera ‘limpia’ a mi armario y a mis cajoneras llenas de cables, gadgets, enredos y demás…que siendo honrado y transparente nunca utilizaba.
Tres bolsas con ropa. La mayoría no es nueva pero si está todo muy decente y perfectamente ‘ponible’. Pantalones, abrigos, zapatillas y zapatos por igual. De hecho las segundas zapatillas empezando por la izquierda tienen cero usos. La bolsa de abajo contiene ropa deportiva, mucha sin estrenar, pero que no utilizo. Que no, que no la utilizo, así que ¡fuera!
No se aprecia muy bien pero en esta caja hay de todos los enredos informáticos, electrónicos habidos y por haber. Cosas que aunque funcionan nunca uso así que …¡fuera!
Y esto no es todo. Todavía queda mucho por hacer. Creo que no somos conscientes de la gran cantidad de objetos sin valor real que podemos llegar a acumular en nuestras vidas.
- En lo inmaterial
Desde hace varios meses he apartado de mi vida a los ladrones de tiempo, que son aquellas tareas o rutinas que me hacían perder tiempo sin aportarme nada o casi nada y además conseguían también que perdiera el foco y la concentración de aquellas tareas que si me aportaban o que realmente me interesaban.
Hace varias semanas escribí un artículo sobre esto y las acciones que había llevado a cabo para mejorar mi productividad personal y laboral eliminando a mis ladrones de tiempo y atención.
Por último, volver a recomendar la compra y lectura del libro.
Chimpún.